Sumérjase en más de 400 años de historia, en el corazón de Lima, Perú. La Casa Paz Soldán no solo es un lugar, es un viaje en el tiempo, desde el barroco virreinal, primigenio y austero, hasta el neoclásico republicano y otros estilos, ornamentales pero de gran fuerza expresiva.
Nuestra casa, partícipe activa por siglos, de la historia de Lima y del Perú, reabre sus puertas y vuelve a ser como en el pasado, escenario del acontecer limeño, ideal para la realización de sus más escogidos eventos. Cada rincón de Casa Paz Soldán, evoca y transporta a notables tiempos lejanos, mientras que al presente sigue joven, pletórica de alegría, entusiasmo y vocación de servicio.
Residentes
Don Antonio de Alcalá
Fue el primer dueño en ocupar la Casa Paz Soldán entre los años 1610-1619. El 6 de abril de 1600, el rey Felipe III le concedió por Real Cédula el oficio de escribano real en Lima. Este cargo consistía en dar fe y validez sobre cualquier contrato comercial (compra-venta, carta poder, concierto de obra, testamentos, cartas de pago, alquileres,etc.) que se celebrase entre vecinos y moradores de la ciudad en nombre del monarca. El 14 de junio de 1603, se presentó en el Cabildo de Lima para legitimar y jurar su cargo. Su título fue confirmado por el virrey Luis de Velasco en ceremonia pública el 26 de junio de 1603.
Don Leandro de la Reinaga y Salazar
Fue el segundo dueño en ocupar la Casa Paz Soldán desde el 5 de diciembre de 1619. Poseía un linaje de servicio en la corte virreinal limeña, puesto que su padre Juan de la Reinaga fue oficial del gobernador Lope García de Castro y criado de la casa real del virrey Francisco de Toledo en el siglo XVI. El desarrolló una vida dedicada al mundo jurídico, por lo que fue el primer procurador criollo de la Real Audiencia de Lima. Su mayor distinción cortesana se concentra al ocupar oficios de alto rango en la administración política-académica. Fue rector de la Universidad san Marcos, alcalde ordinario y regidor del Cabildo de Lima y asesor principal de los virreyes Príncipe de Esquilache (1615-1621) y Marqués de Guadalcázar (1621-1624).
Don Antonio de Boza y Garcés de Marcilla
En 1759, dicho personaje se convirtió en el sexto dueño de nuestra casa mediante la compra del inmueble a la familia de Agustín Carrillo de Córdova. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, gozaba de gran influencia y prestigio en la Corte virreinal de Lima, ya queera asesor general de los virreyes conde de Superunda (1745-1761) y Manuel de Guirior (1776-1780), entendiendo negocios de pleitos indígenas en la cámara (espacio más íntimo del Palacio Real) de esos gobernantes. Esta distinción cortesana también se exhibía cuando Boza desempeñaba otros oficios de mucha preponderancia a causa de su cercanía con los virreyes. Así, fue alcalde ordinario de Lima, oidor honorario de la Real Audiencia de Lima, rector de la Universidad de San Marcos, capitán del Regimiento de Nobleza de Lima—gracia del virrey Manuel de Amat (1763)—, superintendente de la Real Hacienda—merced del virrey Agustín de Jáuregui (1781)—, entre otros. Su descendencia residió en nuestra casa hasta 1853.
Don Pedro Paz Soldán y Ureta
Fue un abogado, político y empresario agrícola arequipeño. En 1853, se convirtió junto a su esposa Francisca Unanue y de la Cuba en la última familia propietaria de nuestra casa, dado que adquirieron el inmueble a los nietos de Antonio de Boza. Don Pedro prestó sus servicios al país como presidente del Consejo de Ministros y ministro de Hacienda (1867), así como asambleísta del Congreso Constituyente (1867). Él y su cónyuge no solo se encargaron de introducir los patrones del estilo neoclásico en la arquitectura del recinto, sino que también fomentaban esa cultura en el incentivo de la producción intelectual a sus descendientes para el servicio de la naciente república peruana. Por tanto, desde nuestros murales solariegos, se fue forjando una valiosa obra en diversas ramas de las humanidades
Un espacio único para momentos inolvidables
Ya sea que se encuentre planificando una boda de ensueño, o una conferencia corporativa, o un significativo acto cultural, nuestros versátiles espacios son idóneos, para sus más exigentes requerimientos. Imagine a sus invitados maravillados, por la imponente arquitectura, belleza y estilos diversos, de una edificación de varios siglos.
En Casa Paz Soldán soñamos, y creamos experiencias que perduran. Nuestro experimentado equipo, está listo para ayudarlo a transformar su visión en realidad, y para hacer de sus eventos, algo tan singular como nuestra casa.
Descubra el carácter sobresaliente de Casa Paz Soldán a través del tiempo, y encuentre en el sinnúmero de sus fundamentos, los motivos de su actual predilección.
